El verano: Encuentro 2023 con los Grupos de Vida y pérdida

El verano es esa estación del año donde todo lo que nos rodea está cargado de planes para disfrutar y descansar. Cuando nos enfrentamos al verano habiendo perdido a una persona importante, disfrutar de las vacaciones nos resulta incompatible con nuestro estado de ánimo y estar rodeados de esa presión, aumenta nuestro malestar. Puede ser en forma de enfado por no poder estar con nuestro ser querido. Otras veces, con culpa por plantearnos hacer algo. Quizá nos aislemos de familia y amigos, pero siempre, siempre, con mucha tristeza. Todas estas emociones son naturales en un momento así.

Tras la pérdida de un ser querido, los recuerdos de momentos agradables vividos son nuestra guía para integrar a esa persona en nuestra vida de una nueva manera, pero al principio el recuerdo de todo lo bueno, nos vincula más con la sensación de vacío que tenemos y se hace muy difícil. Por eso el verano suele estar ligado a una sensación mayor de vacío y tristeza. Una parte de nosotros siente el amor de momentos significativamente positivos, alegres y distendidos con esa persona y otra parte de nosotros, al sentir esos recuerdos, conecta con un dolor devastador.

El verano es un tiempo que remueve estos recuerdos. Los espacios de vacaciones nos hacen revivir momentos de nuestra historia. Por eso hay muchas personas que en los primeros años deciden no volver a ese lugar especial o no hacer nada, pues necesitan protegerse del dolor que produce la ausencia en estas fechas. Otras personas pueden sentirse con esa necesidad de estar en esos lugares o buscar un sitio de descanso y conexión en la naturaleza, que traiga cierta paz a su momento vital.

Sabemos lo que significa este período estival y, cada año, organizamos el Encuentro de Verano con las familias de los grupos de Camino Adelante. Así, el pasado sábado 24 de junio, en el Espacio 136 de Madrid, al día siguiente de la mágica noche de San Juan, tuvimos el de este curso. Nos reunimos con una parte de los participantes de los grupos de familias en duelo de Vida y pérdida con un doble motivo, cerrar el curso de actividades en grupo y buscar recursos para sobrellevar este periodo de vacaciones.

En este Encuentro de Verano 2023, las psicólogas que guiamos los grupos, nos propusimos hacer actividades para fortalecer el vínculo entre todos, para que tuvieran un referente de unión en su compartir de cara a estos días que empiezan. Días donde la ausencia de rutinas del invierno y las vivencias pasadas con los hijos/as de otros veranos, hacen especialmente complicados estos meses. Los padres y madres pueden sentirse desprotegidos y con falta de recursos para afrontarlos. ¿Qué hacer cuando la familia no responde a nuestras necesidades?, ¿qué hacer cuando el verano, ese especial tiempo de desconexión para todos, no lo es para nosotros?... En este encuentro tomamos conciencia de todo ello y, sobre todo, al compartir con el resto de las familias, se tiene la certeza de que uno no está solo.

Durante el curso 2022/23, cada grupo eligió su nombre en función de la vinculación de sus participantes y, así nos encontramos familias de los grupos: Bandada, Noche Estrellada y Grupeta, el más reciente.

Hicimos varias actividades con distintos objetivos, empezando por la toma de conciencia del momento de duelo que está viviendo cada uno, identificando lo que ha vivido hasta este momento y el camino que le queda por recorrer.

Continuamos con otra actividad orientada al reconocimiento de las emociones que aparecen en nosotros a partir de nuestro entorno más cercano, en esta actividad descubrimos que a pesar de que hay cosas que no nos ayudan en nuestro duelo con respecto a algunas personas, nos quedamos con el amor y fortaleza que nos trasmiten los más cercanos.

Tras esto, pasamos a un momento de esparcimiento y de relación muy distendida en la comida que hicimos en el jardín del Espacio 136.

Ya en el horario de tarde, tuvimos otra actividad basada en las costumbres de la noche de San Juan que llamamos la “Hoguera del mar”, donde arrojamos todo aquello de lo que queremos desprendernos para este verano y en el futuro más cercano: dolor, culpa, frustración, rabia…

Cerramos el día con un Homenaje y una suelta de globos muy emotiva. Y así, finalizamos la jornada. Para unos, con la certeza de que el duelo por sus hijos ha terminado y que se han convertido en un referente para los que están iniciando su camino en el duelo. Para otros, con la toma de conciencia de que están recorriendo ese camino del duelo donde hay dolor, desesperanza, tristeza, rabia, frustración, y momentos de fortaleza que nos vienen de nuestra familia nuclear, de los hij@s y del AMOR que es la base de todo. Sobre todo, con la ESPERANZA y la total seguridad de que no están solos en este camino.

Acabamos el día con abrazos entre todos los participantes, con la certeza de que estamos unidos en la lucha por la vida, en la que los/as hijos/as han sido unos grandes maestros.

Os mostramos el testimonio de algunos padres sobre lo que ha supuesto este encuentro para ellos:

“Este es el segundo Encuentro de Verano al que acudimos, y como en el anterior, nos hemos sentido muy a gusto. Poder hablar de nuestros sentimientos y nuestro dolor, sentirnos entendidos y arropados, nos ayuda a seguir caminando. La experiencia de los padres y madres que llevan ya más tiempo, nos es de gran ayuda. Y tener siempre nuestro a nuestro lado a Belén y Araceli es fundamental para mantenernos a flote. Las actividades del sábado han sido muy enriquecedoras y un homenaje precioso por todos nuestros hijos. Gracias de todo corazón por estar a nuestro lado y ayudarnos tanto” Miguel y Susana padres de Sergio.

“Supuso una experiencia muy enriquecedora, pese que nos removió muchos recuerdos que todavía nos duelen y en los que no nos encontramos muy cómodos, también me aportó mucho el compartir con otras personas que han pasado por lo mismo que nosotros. Sobre todo poder escuchar las experiencias y vivencias de otras personas con la misma situación, me hizo más fuerte” Araceli madre de Álvaro.

“El encuentro para mí, fue una experiencia increíble. Era nuestro primer encuentro de padres y pese a que como dice Araceli, fue duro, la experiencia me encantó. Me ayudó a ver que mis sentimientos son normales en personas con nuestra misma situación. A nivel personal, pude ver en qué situación emocional me encuentro, y al ir con mi pareja, también pude conocer la suya, que en ocasiones en casa no se habla tanto del tema para evitar hacernos daño entre nosotros. Repetiría sin duda. Algo que ya tenía con nuestro grupo "el sentido de pertenencia, ese alma de grupo" pude comprobar cómo se trasladó al resto de personas que no pertenecían a mi grupo habitual y de las cuales aprendí muchísimo”. Álvaro padre de Álvaro.