Nuestra actividad

Tras la pérdida de un hijo o hija, el apoyo del entorno, puede ayudar a aceptar las reacciones emocionales, sensaciones y sentimientos ante la pérdida. El hecho de no saber escuchar o atender nuestro dolor, de tener la sensación de que los demás no saben cómo acompañarnos, nos deja a los padres y madres indefensos ante un momento tan incomprensible que contribuye a que nos bloqueemos. Por el contrario, ser escuchados en nuestra pena, vivir las emociones conjuntamente, sentirnos acompañados, hace que nos abramos en nuestro dolor y caminemos hacia delante.

No siempre se encuentra el apoyo adecuado en la sociedad en la que vivimos, donde la muerte resulta un tema tabú, especialmente cuando se habla de la muerte de un hijo o una hija. La presión social ejerce unos efectos negativos sobre los padres y madres que hemos perdido un hij@ cuando trata de que “se borre” el recuerdo por miedo al dolor que nos produce. Esta actitud no sólo no facilita el afrontamiento adecuado, sino que fomenta el aislamiento, la soledad y la incomprensión en nosotros.

Por eso desde esta realidad que encontramos, cobra mucho más sentido el apoyo en grupo entre personas que hemos vivido la pérdida de un hijo o hija. En nuestro proyecto, guiado en todo momento por nuestras psicólogas de Vida y pérdida especialistas en duelo, ofrecemos un espacio de acompañamiento y asesoramiento en grupo e individualmente a través de:

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